Houbigant Parfum - Figuier Noir

Houbigant Parfum - Figuier Noir

Eau de Parfum.100 ml


Precio de venta:
175.00 €

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Referencia:

Categoría: Higuera

Marca: Houbigant Parfum



Descripción

Desde sus inicios, Houbigant ha perfumado a los hombres que han marcado la historia, desde Luis XVI a Napoleón pasando por los Zares rusos. En los libros de contabilidad de Houbigant consta que durante la campaña de los 100 días, Napoleón se detuvo en la Maison Houbigant para llenar sus baúles de perfume antes de continuar su marcha para recuperar el poder.
Hoy, como en el pasado, Houbigant pone a los hombres en el centro de atención con una colección dedicada a ellos, creada alrededor de materias primas preciosas y combinaciones sofisticadas.


Figuier Noir es una creación de Celina Ellena, una fragancia creada por una mujer para un hombre, homenajeando el universo masculino, recreando el aroma de una Higuera especiada, amaderada y afrutada.
Una mezcla de raíces, como sello de la fragancia, para la estela, especias exquisitas y pulpa de higo negro porque, más allá de la amargura de la savia, la aspereza de la madera y de las raíces, Celine Ellena pensó en el corazón de los hombres.

Notas de salida: Hojas de higo, cardamomo, clavo, pimienta negra.

Notas de corazón: Higo negro, iris, jazmín.

Notas de fondo: Madera de cedro, patchouli, higos confitados


FIGUIER NOIR en palabras de la nariz
Tuve esta oportunidad, vivir en el campo en la región de Grasse donde tuve todo el tiempo del mundo para contemplar el paso del tiempo y dar la bienvenida a la llegada de los días soleados. Desde el primer calor, las higueras desprenden un perfume amargo y sensual, áspero y voluptuoso. Una combinación olfativa tranquilizadora y elegante, pero tan contradictoria, que se me ocurrió la idea de escribir una fragancia masculina. Sentado a la sombra de la higuera negra cuyas ramas nudosas me abrazaban como largos brazos sensibles, refrescado por la caricia del viento que arrugaba suavemente las hojas sobre mi cabeza, tan grandes que me recordaban las manos de un gigante, adiviné más allá la corteza, la suave y relajante pulsación de la savia. Nariz estirada, manos abandonadas en el suelo, ojos cerrados, me dejo llevar por las olas de olores contrarios pero inquietantes. Entumecida y dichosa, inmediatamente volví a mi taller para guardar mi voluble cosecha y, frente a mi balanza, formulé una breve serie de ingredientes fragantes. Porque, probablemente sepas, a los hombres les gusta definirse en pocas palabras. Céline Elena.






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