El Oudh o Agar es una madera que se lleva quemando desde siempre en la península arábiga para perfumar las casas. Crece el sudeste asiático, y el árbol  necesita ser infectado por un hongo para producir una resina que se destila produciendo cientos de matices olfativos: amadarado, ahumado, animálico... Desconocido hasta hace poco en Occidente, se ha convertido en la estrella de la perfumería moderna.